Semana Mundial de la Lactancia Materna 2024

El aumento de pecho no tiene por qué interferir con la lactancia, aunque en ocasiones pueden existir molestias relacionadas con la sensibilidad. Para conmemorar la Semana Mundial de la Lactancia Materna, hablamos con cirujanos plásticos y una partera sobre los implantes mamarios y su conexión con la lactancia materna.

El aumento de pecho, la cirugía estética más solicitada en España en 2023, hace que algunas mujeres tengan reservas e incluso crean que no podrán amamantar, lo que, según los médicos entrevistados, dista mucho de la realidad.

El Organización Mundial de la Salud (OMS) está convencido de que la lactancia materna es una de las mejores formas de garantizar la salud y la supervivencia del niño.

Del 1 al 7 de agosto, la OMS en colaboración con Unicef celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, este año bajo el lema «Cerrar la brecha: apoyar la lactancia materna para todos».

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La campaña celebra a las madres que amamantan en toda su diversidad y al mismo tiempo muestra cómo las familias, las comunidades y los trabajadores de la salud pueden apoyar a todas las madres que amamantan.

En EFEsalud abordamos todos los aspectos relacionados con el aumento de pecho y la lactancia materna en el marco de esta celebración.

Aumento de senos, lactancia
Imagen de la campaña Semana de la Lactancia Materna 2024 de la Organización Mundial de la Salud.

¿El aumento de senos tiene riesgos para la lactancia materna?

Él Dr. Nicolás Maestro Sarrión, Presidente de la Asociación de Cirugía Plástica Estética (AECEP).), explica que las prótesis de aumento mamario se pueden colocar delante o detrás del músculo pectoral, pero siempre por debajo de la glándula mamaria.

Indica que habrá controles, cuidados especiales y pruebas adicionales, pero que las personas que se sometan a este procedimiento amamantarán, en principio, de forma normal y habitual.

“Por supuesto, toda operación conlleva riesgos, pero estos riesgos existen independientemente de la lactancia materna. Lo máximo que puede pasar relacionado con la lactancia materna es que algunas mujeres puedan experimentar casos de lactancia materna. Mastitis, Sin embargo, esto no tiene nada que ver con las prótesis. Una persona que amamanta puede desarrollar mastitis tanto con prótesis como sin ellas”, afirma la doctora.

Él Dr. José Luis Vila, Presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE)Señala que aunque el aumento de senos no impide la lactancia, la operación puede provocar lesiones en el nervio intercostal, lo que puede afectar la sensibilidad del pezón.

Además, el tamaño de la prótesis también puede influir, porque cuanto más grande es la prótesis, más espacio hay que crear y más superficie hay que utilizar.

El cirujano insiste en que esta sensibilidad se recuperará con el tiempo y no provocará problemas con la lactancia.

La mamoplastia es una operación de aumento de senos que utiliza implantes diseñados específicamente para este fin. EFE/Paco Torrente

Por otro lado, Cristina Franco, matrona y secretaria de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAMA)Señala que la lactancia materna con implantes depende en gran medida de la técnica utilizada.

Si la prótesis se encuentra detrás del músculo pectoral, tiene menos influencia que si se encuentra directamente debajo de la glándula mamaria.

Sin embargo, señala que la lactancia en mujeres que se han sometido a un aumento de senos puede ser la más afectada por la ubicación de la cicatriz creada por la técnica utilizada.

“Por ejemplo, al abrir para insertar el implante, hay más posibilidades de que la incisión periareolar, donde se hace la cicatriz alrededor de la areola, corte pequeños conductos galactóforos o incluso comprometa la vascularización o inervación de la glándula mamaria”, explica el experto.

Esta técnica puede afectar al cuarto nervio intercostal, que inerva la glándula mamaria y es una parte muy importante para la producción de leche.

En su opinión, el cirujano Nicolás Maestro Sarrión señala que la incisión a través de la areola deja una pequeña cicatriz, pero en principio esto no tiene ningún efecto y no supone un problema a la hora de amamantar.

La sensibilidad es esencial

La matrona Cristina Franco explica que la suficiente sensibilidad en la zona de la areola es un tema muy relevante para la producción de leche y que muchas mujeres notan una disminución de la sensibilidad en esta zona tras el aumento de pecho.

Esta pérdida de sensibilidad puede afectar la producción de prolactina y oxitocina, dos hormonas importantes para la lactancia y estimuladas por la estimulación de la areola y el pezón.

Por tanto, las mujeres que pierden la sensibilidad tienen una menor capacidad de producción o ésta puede verse perjudicada.

EFE/Giorgio Viera

Señales de advertencia

La matrona explica que uno de los síntomas que hay que tener en cuenta para reconocer si algo anda mal es la baja producción de leche.

En estos casos se debe valorar la técnica de lactancia, la posición y la frecuencia con la que se coloca al bebé sobre el pecho.

Además, señala que el hecho de que el bebé no esté ganando peso adecuadamente también puede ser una señal de alerta.

Por otro lado, el experto señala que en ocasiones se producen obstrucciones en los conductos galactóforos, posiblemente debido a un corte en algunos conductos galactóforos durante la cirugía de aumento mamario.

“Estos conductos bloqueados impiden que la leche salga por los orificios del pezón, lo que puede provocar retención de leche y aumentar el riesgo de mastitis, ingurgitación, etc.”, afirma el médico.

Apoyos específicos

La especialista señala que en ciertos casos, como el de una mujer que se sometió a un aumento mamario porque tenía una mama hipoplásica (que aún no se ha desarrollado completamente), necesita apoyo adicional.

Probablemente necesitará extraer leche o amamantar a su bebé con más frecuencia.

Sin embargo, la experta señala que habrá muchas mujeres que se hayan sometido a un aumento de pecho y no necesitarán ningún apoyo especial, aparte del apoyo que necesita cualquier mujer que acaba de dar a luz y quiere amamantar.

“Este apoyo incluye mucho apoyo de quienes te rodean y de los profesionales, evitando todo tipo de trastornos y siguiendo ciertas recomendaciones para una lactancia exitosa”, afirma la especialista.

Estas recomendaciones tienen como objetivo iniciar la lactancia materna en la primera hora de vida del bebé, practicar la lactancia a demanda y garantizar que la técnica de lactancia sea la adecuada para que la estimulación durante la toma sea óptima para la producción de leche.

La partera explica que es importante que durante el proceso de embarazo, cuando una mujer está bajo el cuidado de su partera y expresa su deseo de amamantar, se examine el procedimiento y la anatomía de sus senos antes de la operación.

“Lo ideal sería poder ver fotos antes de la cirugía para hacer una valoración adecuada. También es importante discutir todas las técnicas disponibles y estar alerta ante posibles dificultades que puedan surgir en los primeros días después del nacimiento”.

los mitos

Nicolás Maestro, presidente de AECEP, explica que el principal mito es que las mujeres creen que no pueden quedar embarazadas ni amamantar con implantes.

“Tengo muchas pacientes que se han quedado embarazadas y muchas de ellas prefieren no amamantar por miedo, pero les decimos que no hay problema”.

Sin embargo, el médico explica que los senos cambian naturalmente durante la lactancia y el embarazo, independientemente de la cirugía de aumento de senos.

Dr. Por su parte, Vila, presidente de la SECPRE, coincide en que el principal mito es que no se puede amamantar con el pecho operado.

Además, señala que otro engaño es que la silicona de las prótesis pasa a través de la leche del bebé.

“La silicona es un material con alta estabilidad molecular, por lo que no atraviesa los conductos lácteos ni llega al bebé. Si llegara al intestino no causaría ningún daño porque los bebés ya entran en contacto con la silicona a través de los mordedores”, afirma el médico.

En este caso, la matrona Cristina Franco reitera la afirmación del cirujano, señalando que muchas madres creen que es imposible amamantar después de los implantes mamarios o que el mero hecho de amamantar afectaría la estética del seno.

“Es importante que las mujeres comprendan que el embarazo simplemente provoca una serie de cambios en su glándula mamaria. Hay una serie de cambios, como el tamaño, que afectan a la estética del pecho, que no sólo están ligados a la lactancia, como la flacidez o la aparición de grietas que pueden producirse durante el embarazo, afirma Cristina Franco.

recomendaciones

En general, la matrona de la FAME aconseja, especialmente a las mujeres, evitar técnicas donde el riesgo de comprometer la inervación es mayor y hablar claramente con los cirujanos.

“Al final los expertos son los que más saben, las técnicas evolucionan y cada cirujano prefiere utilizar unas determinadas técnicas. «Recomendaría que las mujeres que quieran someterse a un aumento de senos y estén amamantando hablen abiertamente con su cirujano».