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Publicado por editores externos | El cibao | Domingo 15 de noviembre de 2020

Por Ignacio Guerrero

«En la naturaleza está la preservación del mundo». Henry David Thoreau

La riqueza, las bellezas y los recursos naturales de la región norte de la República Dominicana se han extinguido cada vez más como resultado de la deforestación, la contaminación y los delitos ambientales.

Además, la extracción de arena, grava y agua de los ríos provoca su agonía a medida que el río disminuye y el medio ambiente se deteriora, lo que preocupa a los ecologistas y a la población en general.

También preocupa la quema de madera para producir carbón vegetal, los aserraderos ilegales, la caza incontrolada, la pesca indiscriminada y la destrucción de parques nacionales.

Desde Monseñor Nouel hasta Dajabón, delimitaciones en los extremos de las 14 provincias que conforman la geografía del Cibao, se observa un deterioro ambiental que aglutina a diferentes sectores que reclaman la intervención de las autoridades para frenar la maternidad de los depredadores. Naturaleza.

Es la devastación la que convierte los espacios naturales en áreas desérticas mientras personas sin escrúpulos destruyen los bosques y todas las especies sin contemplación.

Ríos

Las fuentes de agua de la zona son vertederos, residuos industriales, lodos de depuradora, maleza, animales muertos y residuos clínicos. Esta realidad implica que la contaminación está arruinando los flujos.

El antiguo río Yaque del Norte, que nace en las montañas de Jarabacoa y desemboca en Montecristi, uno de los más importantes del país y el más largo del Caribe, es ahora un «arroyo» que está acabando con los contagios debido a que el río está muriendo lentamente. gradualmente.

Otros ríos afectados por el problema son Camú, Jaya, Guayubín, Mao, Masacre, Licey, Moca, Bao, Yuna, Chacuey, Masipedro, San Marcos, Maguaca, Quinigua, Jacagua y cientos de arroyos y cañones.

La Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI), organización que apoya un programa de acción para salvar, conservar y conservar los recursos naturales, está alarmada por los daños a los ríos en la región norte del país.

La producción agrícola y las familias que pueblan las distintas ciudades de Ciba sufren los efectos del panorama por insuficiencia de agua para regar los campos productivos y para el consumo humano al tener varias enfermedades contagiosas-contagiosas y afectar la pérdida de productividad. .

A pesar de que se han creado comisiones y mecenazgos para el rescate de Yaque Dormilón desde 1970, su restauración no se ha logrado ya que la tala de árboles, la extracción de materiales y la contaminación aumentan día a día.

Las especies

Las aves, los peces y las plantaciones están desapareciendo a medida que sus hábitats se destruyen y se convierten en vertederos sin que instituciones como el medio ambiente tomen medidas para proteger las diversas especies.

Palomas, rolas, pájaros carpinteros, barrancoli, ruiseñor, ratonero, palmera cigua, arroz cigua, cigua de cuatro ojos, guerrera, gallareta, garza, judía, guinea, petigre, yaguasa, loro y tórtola están siendo exterminados porque sus espacios han sido eliminados.

Los peces de agua dulce como el camarón de agua, la trucha, la tilapia (carpia), el sábalo, los pececillos, la anguila, el dajao, el salmonete y las serpientes también son raros porque mueren por pesca indiscriminada, contaminación y envenenamiento.

Según denuncias de asociaciones ambientalistas, en las sierras norte y centro se talan madera y árboles frutales como caoba, pino, cedro, mango, limón, naranja, aguacate, limoncillo y cacao.

En resumen: la deforestación, la contaminación y los delitos ecológicos están diezmando a la madre naturaleza en las ciudades del norte.

Entonces, ¿qué debería hacerse?

Educar, orientar y educar a los ciudadanos es una tarea urgente para concienciarlos de la necesidad de cuidar los recursos naturales. Hay que aprender a convivir con la naturaleza y evitar su destrucción.

Uno de los desafíos es reforestar las cuencas de los ríos, las montañas y los contornos en las franjas boscosas, arrestar y llevar ante la justicia a quienes socavan los recursos naturales, nombran guardabosques y, a menudo, monitorean las áreas protegidas.

Establecer e implementar políticas públicas eficaces en materia ambiental es una obligación de quienes controlan los poderes políticos, económicos y sociales. Es una misión patriótica que deben afrontar con responsabilidad.

También es apropiado reunir a líderes comunitarios, líderes religiosos, políticos, legisladores, autoridades locales y público en general en programas para conservar la naturaleza y lograr un equilibrio entre los ecosistemas y los hombres y mujeres.

«Hay algo maravilloso en todas las cosas de la naturaleza». Aristóteles



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