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Lucilla

La parroquia de Santa Lucía Las Matas de Farfán se prepara para las fiestas patronales de Santa Lucía 2020. Hoy la Iglesia se prepara para celebrar actividades de manera diferente y aún más en armonía con su naturaleza, porque debido a las demandas de la pandemia COVID-19, solo los religiosos se vieron obligados a desarrollarse en su templo; teniendo en cuenta los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias.

Es sensato evitar las multitudes para no perder el control de la enfermedad mortal que azota al mundo. Sobre esta base, la población comprende con poco esfuerzo la abolición de las actividades culturales, deportivas y festivas que tradicionalmente van de la mano de las fiestas religiosas.

El pastor Melanio Colás pidió a los feligreses en la celebración de la Eucaristía de ese sábado unirse al Comité de la Fiesta de Santa Lucía para dirigir las diversas actividades religiosas de acuerdo con la vida cotidiana del momento compartido con la celebración del Adviento en sus dos dimensiones: Que Venida de Jesús y Navidad.

El mensaje de la Iglesia sobre el Adviento en sus dimensiones, la primera, alienta la fe, anunciando la venida del Hijo del Hombre y sus acciones para defender a los que en la fe esperan la salvación. En el juicio final, esto se centra en la esperanza de una nueva vida.

Estas creencias ahuyentan el sufrimiento, el miedo y la desesperanza, hay la alegría de una nueva vida incluso después de la muerte con la venida de Jesús, al momento de dejar este mundo cruel hay esperanza en este plan divino de gloria y la resurrección de entre los muertos donde la libertad gobierna y quita las cenizas del pecado humano.

Esta dimensión es fuente de paz, por eso el trabajo de la iglesia es alcanzar la felicidad. Al creer que la vida en Cristo es ganancia, espere la promesa de un cielo nuevo y una tierra nueva.

Finalmente, en momentos difíciles como estos que atentan contra la humanidad, con la llegada de este año la Iglesia siembra un paño contra el dolor y el sufrimiento, una esperanza en Jesús y su hermosa venida. Por otro lado, no está pidiendo renunciar a la debida diligencia para detener la pandemia, sino más bien proporcionar las herramientas para superarla a través de la fe.

Se espera que estas fiestas de Santa Lucía 2020 traigan su verdadera solemnidad y mayor enfoque, ya que no están limitadas por las grandes plataformas que a veces comienzan con fuertes bocinas antes de terminar la novena habitual. No es de esperar una avalancha de peregrinos, pero muchos ojos se abren para comprender la realidad, la necesidad de un mayor respeto a la dignidad humana, el compromiso por la unidad, la solidaridad entre las personas.



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