[ad_1]

INTERNACIONAL 4

DIARIO EL MATERO, Madrid, 27 de noviembre (EFE) .- La palabra «Macondo» fue grabada en Gabriel García Márquez el día que la vio a la entrada de una plantación bananera y ahora un libro recorre la historia de este concepto de su aparición en los primeros relatos del autor hasta su consagración como «territorio mítico» de la literatura.

«Camino a Macondo. Ficciones 1950-1966», publicado por Literatura Random House, recorre la historia de la palabra «Macondo» desde su tímida aparición en los primeros cuentos de Gabriel García Márquez hasta su aparición en novelas como «La Hojarasca». «El coronel no tiene a quien escribir» o «La mala hora».

La edición del libro estuvo a cargo de Conrado Zuluaga, experto en la obra del Premio Nobel de Literatura colombiano, volumen que acerca al inicio de la creación de «Cien años de soledad» y al desarrollo de Macondo.

«Macondo no es un lugar sino un estado de ánimo que permite ver lo que quiere ver y ver cómo quiere», dijo García Márquez (1927-2014), quien argumentó en varias ocasiones que era el primero aprender a escribir todos los libros allí, a escribirlos.

«Le tomó casi veinte años vivir en Macondo y aprender a escribir su novela Cien años de soledad», dice Zuluaga.

García Márquez comenzó a escribir literatura y periodismo casi simultáneamente justo antes de la década de 1950. Con sus amigos empezó a publicar la revista «Crónica», una semana del deporte literario, en el número 6 de la cual (del 3 de junio de 1950) aparece un texto suyo titulado «La casa de los Buendía» y el subtítulo «Notas para uno». Roman «seguido de» El regreso del coronel «. Son los inicios de la famosa línea que se verá en «Cien años de soledad».

En estos primeros textos, la ciudad es genérica, explica Zuluaga, quien indica que la primera mención a Macondo «puede pasar desapercibida»: en el cuento de 1954 «Un día después del sábado», aparece un hotel Macondo. Y en 1955 publicó un texto en otra revista titulado «Monólogo de Isabel, Cómo llueve en Macondo».

Algunos escenarios en los que ya se sospecha de atmósferas y olores se repiten en «Cien años de soledad».

Junto a estos primeros textos, la antología aúna las obras del Premio Nobel de Literatura «Der Laubstreu», «El coronel no tiene nadie que le escriba», «El funeral de la gran madre» y «La mala hora».

Con ellos, el responsable de la edición de «Camino a Macondo» quiso la búsqueda de García Márquez de «este mundo de ficción alucinado que tiene la ambición de mostrar a través de varios textos» Cien años de soledad «real».

Se trata de un recorrido cronológico por las ficciones en las que se asienta uno de los ámbitos míticos más importantes de la literatura mundial, hasta llegar a «Cien años de soledad», cuando Macondo y el realismo mágico han alcanzado su máximo esplendor.

(c) Agencia EFE



[ad_2]