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DIARIO EL MATERO, Chisinau, 21 oct (EFE). – Los moldavos rechazaron este domingo contra todo pronóstico ingresar en la Unión Europea (UE) en un referéndum constitucional boicoteado por Rusia, a la que Chisinau acusa de recurrir a todo tipo de artimañas para frustrar la consulta.

“Tenemos pruebas e información de que un grupo criminal quería comprar 300.000 votos. Se trata de un fraude sin precedentes destinado a poner en peligro la democracia. Su objetivo es sembrar miedo y pánico en la sociedad”, afirmó Maia Sandu, presidenta de Moldavia, en una breve aparición ante los medios de comunicación.

Aunque las encuestas anteriores predecían una victoria del Sí, según la Comisión Electoral Central (CEC), tras examinar casi el 90% de los votos, el 53,96% de los moldavos votaron en contra de la integración europea y sólo el 46,04% votaron a favor.

El día de las elecciones mostró la clara división en la ex república soviética entre quienes apoyan la membresía en la UE (hablantes rumanos, jóvenes y diáspora) y quienes rechazan la ruptura con Rusia, entre los que se incluyen hablantes de ruso, nostálgicos y adultos.

El referéndum coincidió con las elecciones presidenciales, en las que Sandu ganó, pero no con mayoría absoluta, lo que significa que se enfrentará al candidato del Kremlin, Alexandr Stoinanoglo, el próximo mes.

La mano negra del Kremlin

Sandu subrayó en su discurso tras las elecciones que “la libertad y la democracia en Moldavia han sido objeto de un ataque sin precedentes hoy, como en los últimos meses”, según el portal moldavo Newsmaker.

“Grupos criminales vinculados a fuerzas extranjeras han atacado a nuestro país con mentiras y propaganda (…) No dejaremos de defender la libertad y la democracia. Esperaremos los resultados finales y volveremos con soluciones”, añadió.

El presidente se refirió, sin nombrarlos, al Kremlin y al oligarca fugitivo Ilon Shor, a quien los fiscales moldavos acusaron en vísperas de la votación de haber montado un plan fraudulento por parte de Moscú para robar unos 130.000 votos con 15 millones de dólares, que estaban depositados en bancos rusos. .

Según otras fuentes, Rusia habría destinado 100 millones de dólares a boicotear el referéndum para incluir en el preámbulo de la Constitución el deseo de los moldavos de integrarse en el bloque europeo.

En las últimas semanas, tanto la UE como los EE.UU. han denunciado numerosos intentos de Moscú de desestabilizar la situación en Moldavia con vistas al referéndum europeo y, por ello, han adoptado nuevos paquetes de sanciones contra Moscú y sus compinches.

La guerra silenció la ilusión europea

Moldavia tiene frontera con Ucrania, por lo que la guerra tuvo un gran impacto en la economía nacional debido a la llegada de más de un millón de refugiados, de los cuales más de 120.000 siguen en el país, según ACNUR.

Desde que Sandu llegó al poder en 2020, la pandemia y la guerra energética con Rusia, que desencadenó la inflación, también contribuyeron a la caída del nivel de vida.

De poco sirvió que el Gobierno moldavo, que inició las negociaciones de adhesión en diciembre de 2023, recibiera un gran apoyo de Bruselas en vísperas de la votación con un paquete de ayuda de 1.800 millones de euros para los próximos tres años.

Según la CCA, los votantes prorrusos, incluidos los votantes de la autonomía gagauz (más del 95% en contra) se expresaron mucho más que los votantes en la capital, Chisinau, y los emigrados (más del 70% a favor) se inclinaron más en las europeas. bloquear.

Boicot a los candidatos prorrusos

Aunque tanto Stoianoglo, el ex fiscal general, como el tercer candidato en la carrera, Renato Usatii, declararon que no estaban en contra de la integración europea, finalmente boicotearon el referéndum, al igual que los comunistas moldavos.

Stoianoglo argumentó que no votó en el referéndum «como señal de protesta» contra la incapacidad de las autoridades de explicar las implicaciones legales de incluir el deseo de los moldavos de unirse a la UE en el preámbulo de la constitución.

Sin mencionarlo, ambos mencionaron el miedo en la votación y señalaron que unirse a la UE, que ayudó a Moldavia a fortalecer sus fuerzas armadas frente a la amenaza rusa, era un primer paso hacia una futura entrada en la OTAN.

El ex presidente Igor Dodon, un aliado cercano del Kremlin cuyo partido apoyaba a Stoianoglo, fue más allá y calificó abiertamente el referéndum de “ilegal” e “inconstitucional”.

(c) Agencia EFE



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