Provincial- | Editorial El | Jueves 9 de julio de 2020
La ola de contagio y muerte causada por el virus corona continúa creciendo rápidamente y ya amenaza la capacidad instalada del sistema de salud público y privado en Santiago y en el área metropolitana de Santo Domingo.
Posiblemente de todo el país, pero como todos sabemos aquí, cuando una persona se encuentra en una situación de salud delicada, sus familiares marchan hacia estos dos polos urbanos y son conscientes de que están ingresando en los mejores centros de salud.
La situación en Santiago es extremadamente preocupante, como lo han encontrado ejecutivos de importantes clínicas privadas y directores de facultades de medicina.
En particular, la última institución ha sugerido que el estado busque alternativas para satisfacer la demanda de camas de hospital y, sobre todo, terapia intensiva.
Esperamos que las autoridades sanitarias cumplan con esta iniciativa correcta del sindicato médico, ya que pronto no habrá lugar para saludar a nadie que necesite estos servicios opcionales dada la tasa de infección contagiosa.
Santiago tiene muchos edificios sin usar y otros que están subutilizados. Esto se puede usar para improvisar hospitales, al menos para aquellos que no necesitan cuidados intensivos.
El gobierno debe integrar a los profesionales médicos en torno al presidente electo Luis Abinader para que ellos también puedan contribuir a la búsqueda de soluciones y otras instituciones de la sociedad civil en el país.