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El presidente Luis Abinader ordenó este martes al ministro de las Fuerzas Armadas, Carlos Díaz Morfa, que instruya a las tropas que luchan contra el contrabando en la frontera con Haití para que no interfieran en sus deberes “legales y constitucionales”.

En particular, el gobierno ordena a Díaz Morfa que impida a los militares «ceder a demandas de autoridades civiles, legisladores y políticos provinciales que puedan entorpecer su labor como servicios secretos y limitarse únicamente al cumplimiento constitucional de sus obligaciones legales».

Aparentemente el singular «provincia» se debe a un error en la redacción del memorando que el jefe de Estado dirigió al ministro, ya que cinco provincias dominicanas limitan con Haití, aunque en Dajabón el comercio entre las dos es más evidente. Países.

El tradicional comercial binacional, que se encontraba paralizado desde que comenzó la pandemia en marzo del año pasado, reabrió el viernes pasado, a pesar de que menos personas ingresaron por las medidas de distanciamiento físico impuestas por las autoridades de ambos países.

La frontera dominicano-haitiana se extiende por casi 400 kilómetros y las propias autoridades dominicanas reconocen que es prácticamente imposible protegerla por completo, ya que hay zonas donde la vigilancia es prácticamente nula.

La franja fronteriza es utilizada tradicionalmente por contrabandistas de todo tipo de mercancías, así como por el tráfico internacional de drogas.

También son frecuentes los informes de que muchos de los crímenes en la región cuentan con la protección de las autoridades civiles y militares de ambas naciones.

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