[ad_1]

Publicado por Redaccion Diario55 | opinión | Jueves 3 de diciembre de 2020

Las fiestas populares han ocupado un lugar importante en la vida de las ciudades. Son los que conmemoran u honran determinadas circunstancias. Los hay estacionales, paganos, patrióticos, religiosos… En este sentido, la cultura dominicana es rica y diversa. Algunos son más populares que otros. Pueden ser locales, provinciales y nacionales. Muchos han experimentado cambios positivos o negativos a lo largo del tiempo; Por otro lado, otros se van oscureciendo poco a poco hasta que un día se van.

Algo sucede con la alguna vez popular fiesta del Día de San Andrés, que se originó en nuestro país durante la época colonial, «donde la gente salía a las calles arrojando polvo, talco o harina». Está incluido en el calendario litúrgico el 30 de noviembre de cada año porque ese día el Apóstol Andrés «fue atado a una cruz en forma de X y allí sufrió durante tres días, que aprovechó para predicar y enseñar religión». . » a todos los que se le acercaron …

Según la tradición, esto sucedió en Patras, una ciudad de la antigua Grecia en el momento en que Nerón gobernaba el Imperio Romano. De ahí que esta cultura nos llegó a través de los conquistadores y colonizadores españoles.

En relación con esta fiesta en Santiago de los Caballeros, el destacado investigador Lic. Edwin Espinal Hernández, miembro de la Academia Dominicana de la Historia, nos ofrece algunas fechas interesantes: 1. A fines del siglo XIX, el día de San Andrés, completamente despojado de religiosos Alternaba bailes y juegos que mojaban a la gente, por lo que fue prohibido por el gobernador Perico Pepín en 1892.

2. A principios del siglo XX, el 30 de noviembre estaba dentro del período de bonificación de Navidad. Me refiero a parte de la Navidad. Y 3. El juego callejero se prohibió sucesivamente en 1904, 1905 y 1907 por lo que su celebración se limitó a hogares y clubes privados hasta que dejó de estar en uso.

Sin embargo, la fiesta resurgió años después con dos variables: una en la calle durante el día, donde la gente participaba tirando polvo o harina; y el otro por la noche, cuando los centros sociales de clase media y alta realizaban los famosos «bailes de San Andrés», mostrando un alboroto de trajes con el blanco como color predominante. Desde el polvo arrojaba agua, de allí huevos o lo que sea … hasta que se humilló para que las clases en el pueblo fueran interrumpidas por la magnitud de la violencia y el peligro. Luego se diluyeron. Si hubiera habido una política cultural correcta, tal vez esta situación podría evitarse.

Como resultado, recientemente se han fortalecido dos festivales como resultado de la transculturación desde Estados Unidos: la fiesta «Halloween» y Acción de Gracias. Ambos en noviembre.

Este fortalecimiento se debe al empobrecimiento de nuestros valores que configuran la identidad nacional. Para compensar estas y otras consecuencias, es necesario fortalecer la cultura nacional entre los dominicanos y dominicanas a través de las instituciones adecuadas.



[ad_2]