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DIARIO EL MATERO, Ginebra (EFE). – La Misión Internacional Independiente de las Naciones Unidas para Venezuela dijo el martes que ve motivos razonables para creer que el gobierno de Nicolás Maduro cometió “crímenes de lesa humanidad” antes, durante y después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, marcadas por la persecución de opositores y represión de las protestas postelectorales.

En un informe de 158 páginas que abarca el período comprendido entre el 1 de septiembre de 2023 y el 31 de agosto de 2024, la misión acusa a las fuerzas de seguridad y a grupos civiles armados progubernamentales de asesinatos, desapariciones forzadas, torturas y violencia sexual y de género.

Fuerzas de seguridad “masivamente involucradas”

Misión de la ONU a Venezuela: Gobierno reactiva su represión más violenta

Las fuerzas de seguridad estuvieron “masivamente involucradas” en violaciones de derechos humanos como detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza para reprimir protestas o tratos crueles y degradantes, señala el documento, señalando a los responsables del servicio de inteligencia civil (SEBIN) y a los militares. DGCIM), así como la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional.

Asevera también que “las declaraciones realizadas por las máximas autoridades del estado, especialmente después del 28 de julio, han incitado a la represión y contribuido a crear un clima de hostilidad y violencia”.

Otras instituciones mencionadas en el informe

Foto del 30 de julio de 2024 de oficiales de la Guardia Nacional Bolívariana con miembros de la oposición.

Foto tomada el 30 de julio de 2024 de oficiales de la Guardia Nacional Bolivariana junto a manifestantes de la oposición durante una protesta. EFE/Ronaldo Peña R.

Otras instituciones destacadas en el informe incluyen el Consejo Nacional Electoral, que “no cumplió con medidas básicas de transparencia e integridad”, y la Asamblea Nacional, “que jugó un papel decisivo en la adopción de nuevas leyes que violan los derechos humanos y restringen los espacios civiles y democráticos”. . , o el sistema de justicia que “siguió funcionando por falta de independencia”.

Aunque informes anteriores de la misión establecida en 2019 ya habían acusado al Estado venezolano de graves violaciones de derechos humanos, el nuevo documento destaca que el perfil de las víctimas de la represión se ha “ampliado significativamente” durante el período electoral e incluye no solo a líderes opositores y sociales. .

En el contexto de las elecciones, «los ciudadanos comunes y corrientes también fueron maltratados simplemente porque expresaron su desacuerdo con el gobierno o con los resultados de las elecciones presidenciales anunciados por las autoridades», señaló.

Represión antes y después de las elecciones

La misión, encabezada por la abogada portuguesa Marta Valiñas, destaca en el informe que en los diez meses previos a las elecciones, al menos 48 personas fueron detenidas en relación con conspiraciones urdidas por el gobierno de Maduro, muchas de ellas en el marco de la denominada Operación Pulsera blanca. Durante la campaña electoral se produjeron otras 121 detenciones por colaboración con actividades de la oposición.

Campañas de este tipo “sirvieron de justificación para la represión selectiva de militares, políticos y activistas de la sociedad civil”, afirma el informe del grupo de expertos, del que forman parte, además de Valiñas, el chileno Francisco Cox y la argentina Patricia Tappatá.

La represión aumentó después de los resultados electorales, cuando las autoridades, según el informe, “lanzaron una campaña sin precedentes de detenciones masivas e indiscriminadas”, cuyo número de detenciones ascendió a miles, “comparable sólo con las protestas de 2014”. , 2017 y 2019”.