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Publicado por Redaccion Diario55 | opinión | Martes 27 de octubre de 2020

Podemos pensar que cualquier cosa que haya sucedido en los últimos diez o quince años es algo aleatorio o algo de lo que no hay que preocuparse, pero resulta que, como cuerpo humano, cuando nos enfrentamos a la La sociedad dominicana podría decir que este es el caso mientras habla y mucho. Porque los hechos que observamos a diario nos hacen pensar en cómo caminamos, lo que de una forma u otra se refleja en los aspectos sociales, políticos, económicos e incluso religiosos.

A la mayoría de nuestras instituciones hoy se les pregunta sobre un hecho u otro. No es solo algo exclusivo de una persona en particular. El deterioro que estamos viendo hoy en términos de valores es extremadamente grave.

Hay gente aquí que intenta equiparar la seriedad con el villano y darle el mismo lugar y aprovechar cada situación para amar en el mismo saco a quien logró manejar su credibilidad y honestidad en esta pocilga.

Hay muchos fenómenos en nuestra sociedad: narcotráfico; la corrupcion; Crimen; Violencia; Crimen; En definitiva, conviven de una forma u otra y se alimentan de los mismos factores: desigualdad; Pobreza; falta de conciencia; Desempleo; Falta de oportunidades; Falta de consecuencias; y hacen buena cosecha para todo primero, son como la famosa máquina que produce criminales grandes o pequeños, poderosos y no.

Estamos tan humillados que nadie confía en las declaraciones juradas de la mayoría de los que se han ido y de los que han entrado.

Ha habido un debate durante años sobre los beneficios que obtienen los legisladores del barril y el cofrecito, y si bien hay quienes tienen una consideración personal profundamente arraigada en el bienestar, se ha demostrado que en su gran mayoría, su uso es bastante cuestionable y descontrolado. A pesar de que solo renunciaron tres senadores, el sesgo bajo la protección personal sigue estando justificado, pero es ilegal e ilegítimo.

Con esta edición de la Legislatura se olvidan del ejemplo que mandan y del mensaje que se recibe. Vivimos en una sociedad que durante mucho tiempo ha necesitado mejores libros de referencia y no mujeres y hombres que siguen dando los mismos malos pasos.

Es bueno que nos preguntemos: ¿qué sociedad esperamos? Esto se debe a que creemos que mucho de lo que vemos tiene que ver con el tipo de acción que se realiza desde arriba, que de alguna manera afecta a los que vemos desde abajo.



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