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Naciones Unidas, 23 de septiembre – El presidente ruso Vladimir Putin tomó su pecho frente a Naciones Unidas para desarrollar una vacuna contra el coronavirus en su país y se la ofreció a la organización de forma gratuita para proteger a todos sus empleados.

En su mensaje de video a la Asamblea General, Putin declaró que su gobierno está listo para ofrecer a las Naciones Unidas toda la asistencia necesaria, incluidas las vacunas gratuitas para cualquier personal que así lo desee.

También dijo que su país está abierto a suministrar a otras naciones lo que se conoce como el «Sputnik V», que destacó que ha demostrado ser «seguro» y «efectivo».

Putin insistió en que los ciudadanos de todo el mundo deberían tener acceso gratuito a una vacuna contra el COVID-19, y también subrayó la voluntad del Kremlin de trabajar con otros gobiernos para compartir métodos de diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

Además, defendió, a diferencia de Estados Unidos, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe jugar un papel central en la coordinación de la respuesta y dijo que Rusia estaba trabajando para fortalecer la capacidad de la unidad con sede en Ginebra.

Putin, por otro lado, advirtió sobre el impacto económico a largo plazo de la crisis actual y defendió la necesidad de que toda la comunidad internacional trabaje junta para impulsar el crecimiento.

En este contexto, destacó la importancia de eliminar obstáculos, restricciones y, sobre todo, «sanciones ilegítimas» en el comercio internacional.

En el ámbito geopolítico y militar, el jefe de Estado ruso aseguró que trabajará con Estados Unidos para renovar el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas y confió en «moderación» en el uso de nuevos sistemas de misiles.

También reiteró su interés en un tratado vinculante que prohíba las armas en el espacio y optó por una mayor cooperación en ciberseguridad.

Con motivo del 75 aniversario de Naciones Unidas, Putin defendió el trabajo de la organización y, si bien comprendió la necesidad de adecuarlo a la realidad del siglo XXI, dejó claro que su país se opone a cambios importantes en el Consejo de Seguridad donde es uno de los cinco miembros permanentes y tiene derecho de veto.

Para que el Consejo siga siendo el «pilar de la gobernanza mundial», es importante que estos cinco países, potencias nucleares y ganadores de la Segunda Guerra Mundial, conserven el privilegio del veto.

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