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Un estudio privado identificado en el aire de los hongos del Distrito Nacional y capaz de exacerbar las condiciones respiratorias e inmunológicas.

SANTO DOMINGO, RD.- Aunque los efectos más notables de la presencia de polvo sahariano en la atmósfera se pueden ver en la disminución de la visibilidad y el aumento del calor en los humanos, el fenómeno tiene elementos que son imperceptibles para los sentidos y tienen un impacto negativo en la salud.

Según una medición realizada en el Distrito Nacional por GeSA Lab, una empresa especializada en la calidad del agua y el aire, la presencia de este fenómeno en el último mes ha traído consigo partículas y materiales orgánicos que multiplican las razones para usar máscaras al aire libre. Además de la protección contra la pandemia Covid 19.

Según José Mateo Mota, jefe del laboratorio GeSA, la lectura de muestras tomadas con instrumentos para medir la calidad del aire en siete puntos de la capital permitió el aislamiento e identificación de colonias de hongos como Curvularia, Trichosporon, Fusarium, Geotrichum, Pestalotiopsis, Aureobasidium y Aspergillus, algunos con el potencial de agravar la condición de pacientes con deficiencias respiratorias e inmunitarias, además de tos, irritación, conjuntivitis, dolor de garganta, alergias e irritación de la piel.

Esto indica que la presencia de partículas tenía una concentración clasificada como nociva de acuerdo con los indicadores de calidad del aire de los Estados Unidos y el Reglamento Ambiental Técnico del Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y en algunos aspectos casi triplicó los niveles tolerables establecidos por la Organización Mundial La salud. «Gracias al uso obligatorio de máscaras en estos meses de pandemia, esto debería reflejar una reducción en la morbilidad asociada con la exposición a estos contaminantes».Mateo Mota señala esto.

«Los resultados del estudio, particularmente aquellos relacionados con mediciones de partículas más finas como PM2.5, que tienen la mayor capacidad de penetrar y dañar organismos vivos, son más preocupantes ya que se midieron en altitudes entre 8 y 16 metros sobre el nivel del mar el piso (techos de casas y edificios con 2 y 5 niveles) y con tráfico normal, estos niveles de contaminación deben ser mucho, mucho más altos que los encontrados «. confirmado cuando se difundió el estudio.

El especialista hace un llamado a las autoridades sanitarias, el medio ambiente, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y en particular a los municipios para que tomen medidas preventivas como la instalación de una red para monitorear la calidad del aire, la planificación y orientación de la limpieza urbana. en zonas con mayor tráfico vehicular. Recomendó establecer un sistema de telemetría junto con regulaciones más estrictas.



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