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Publicado por Redaccion Diario55 | opinión | Miércoles, 16 de septiembre de 2020

El triunfo de PRM y Luis Abinader nos enseña que el alivio es fundamental. No se logra por decretos ni por órdenes de un guía o caudillo.

La sociedad te da señales, luego surge, insta, como hemos dicho en varios trabajos, a que los partidos políticos dominicanos se adapten a los cambios de modernización y actualización.

Aquí vemos un cambio de liderazgo político con la muerte de los líderes más importantes del siglo pasado, Bosch, Pena, Balaguer. Fueron cambios que fueron reemplazados por la ausencia repentina del líder o liderazgo inmediato, así como la violencia y, en cierto sentido, el autoritarismo sin involucramiento en su militancia, liderazgo o sociedad.

Hay hipocresía en la dirección nacional sobre qué hacer con la actualización y el cambio de partidos. Lo que estaba pasando en el PRD y su última división reflejaba esto. Con Miguel Vargas estaría el reemplazo, pero los dirigentes tradicionales lo impidieron. Prefirieron el descanso en lugar de allanar el camino para el reemplazo de liderazgo representado por Miguel.

Pero cualquiera que fuera la voluntad y el deseo de un nuevo rostro, se presentó Luis Abinader, que aunque enfrentó a Hipólito Mejía, se convirtió en el candidato y ahora presidente de la República.

Simplemente, si Hipólito había tomado una posición de coalición para entender las diferencias con Miguel Vargas, hoy el PRD o el PRD estaban unidos en un solo partido y las siglas de la organización que gobierna la nación.

Hoy, Luis Abinader y el gobierno de PRM, Luis está tratando de gobernar con una nueva generación que promueve el cambio y el reemplazo, los de las generaciones pasadas o similares, deben entender, algunos serán firmas consultoras u ocuparán consulados y embajadas, pero de alguna manera deben Forma de entender la nueva política y la comunicación coinciden.

Tarde o temprano esta renovación llegará a lo más alto de su partido.

Si hay resistencia habrá un problema y se verá reflejado en el gobierno, ojalá no.

El cambio tiene que darse, ahora estamos viendo caras nuevas en el gobierno, todos son medios, tienen una buena formación académica y aparentemente están fuera de lo que ha dominado la política en los últimos años.

Luis Abinader parece haber marcado un cambio radical en el panorama político dominicano en las últimas elecciones.

Hay un cambio de jefe de Estado con un presidente que da la sensación de un salto generacional.

¿El cambio de esta generación dañará al país? No lo creo.

Lo ocurrido resultó en un cambio en los otros partidos, el PLD, el PRD, el PRSC y otros.

Hay que entender en el PRD y en las fiestas de mujeres que en un momento de frustración la gente busca algo nuevo y alguien nuevo.

Los líderes del partido deben entender que el problema de la generación es relativo, lo más importante son los cambios de fondo.

Entendamos que un tiempo antiguo pasó y se acerca un tiempo nuevo.

Una próxima generación que incluso ha llegado al jefe de Estado. La erosión de la crisis del modelo dominicano, los partidos fue enorme, los ciudadanos están exigiendo algo nuevo.

La sociedad exige cambios profundos y las generaciones dominantes están pagando los platos rotos.

Pero un cambio generacional en sí mismo no es la fórmula mágica, no resuelve ningún problema. Realmente tiene que ser un cambio fundamental.

El PRD debe entender que debe adaptarse, que debe someterse, que Miguel Vargas debe comprender, que se requiere una alianza entre generaciones. Estamos ante un gran cambio, el PRD no puede quedarse atrás y marcharse.

La nación está iniciando un cambio en el modelo de partido y esto requerirá una nueva generación liderada por líderes tradicionales.

Se observa que la gente pide una renovación política con personas que no estaban en la línea del frente. Pero no es una cuestión de edad, se necesita un cambio real, con nuevos protagonistas dispuestos a ser modelos a seguir, plenamente responsables y hablando en otro idioma.

El PRD necesita remar hacia el cambio …



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