Venezuela parece estar abriendo un nuevo capítulo en su crisis con el destierro de Edmundo González Urrutia, quien desafió al presidente Nicolás Maduro como candidato de una oposición que dice haber ganado las elecciones.

González viajó a España durante el fin de semana y allí obtuvo asilo político luego de que las autoridades venezolanas lo acusaran de sabotaje y otros delitos, lo que él niega, y un juez emitió una orden de arresto en su contra.

Casi simultáneamente, el gobierno de Maduro revocó el consentimiento de Brasil para custodiar la embajada argentina en Caracas, donde se alojan seis refugiados de la oposición, y las fuerzas de seguridad rodearon temporalmente la sede diplomática.

Algunos vieron esto como un último golpe a la puerta de Maduro a cualquier posibilidad de negociar una salida a la crisis abierta tras las elecciones del 28 de julio, en las que las autoridades electorales lo declararon ganador, aunque la oposición cuestiona esos resultados.