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Publicado por Redaccion Diario55 | opinión | Viernes 25 de septiembre de 2020

«Podemos caer, pero el pueblo no debe permitir que la dignidad democrática decaiga».

Juan Bosch.

El 25 de septiembre se cumple el 57º aniversario del fatídico, lúgubre, espantoso, cobarde y criminal golpe de Estado que tuvo lugar en 1963 contra el primer gobierno constitucional y democrático del país tras la decapitación de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. presidido por el profesor Juan Bosch, quien fue justamente elegido con casi el 60% de los votos emitidos en las elecciones parlamentarias del 20 de diciembre de 1962 y estuvo en el poder apenas siete meses, con el apoyo de la oligarquía económica, los altos líderes militares, la Unión Cívica Nacional , la embajada de los Estados Unidos y, lamentablemente, a través de la jerarquía de la Iglesia Católica.

Esta fecha no puede pasar desapercibida porque «los que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo». Creemos que las generaciones presentes y futuras deben saberlo todo sobre este fatal suceso de nuestra historia reciente, ya que provocó un revés económico, político, social, cultural e institucional en nuestro país de más de 50 años que aún no hemos visto tener. recuperado.

Para un país en desarrollo como el nuestro, toma mucho tiempo antes de que el orden constitucional se interrumpa o se rompa. A pesar de 57 años de este fatídico golpe, las desastrosas consecuencias de este imperdonable y vergonzoso hecho continúan vigentes ya que seguimos trayendo consigo una gran deuda social acumulada y un abanico de males que, por falta de voluntad política, parecen no tener fin; los mismos que enfrentó don Juan, y ésas fueron las razones por las que no le dejaron gobernar.

El fantasma de los golpes de Estado aún no ha desaparecido. Ya no son violentos, como fue el caso diez años después en Chile contra el gobierno de Bosch y el de Salvador Allende. Ahora se ejerce presión internacional, utilizando poderes fácticos nacionales para obligar a los presidentes a renunciar, como sucedió en Brasil contra Dilma Rousseff y recientemente contra Evo Morales en Bolivia, luego de haber realizado una excelente gestión de gobierno pero su excesiva Deseo de hacerlo Cuando quiso permanecer en el poder durante más de tres mandatos, lamentablemente todos sus grandes éxitos se echaron al suelo.

En este espejo todos tenemos que mirarnos a nosotros mismos, porque una continuidad que va más allá de lo que prescribe la constitución de la república puede ser muy peligrosa para el país.

Cuando todavía enfrentamos graves problemas económicos, políticos, sociales y culturales; cuando libramos una sangrienta guerra civil dominicana en 1965 exigiendo la reinstalación del presidente Bosch, que fue detenida por la invasión de más de 42.000 marines patrocinados por la OEA; Si hoy no hemos logrado alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas (ONU) establecidos en nuestra Estrategia Nacional de Desarrollo, es precisamente por este atroz acontecimiento que se llenó de sangre, dolor y dolor para nuestro país, para que se dé a conocer en nuestras escuelas para que no se olvide y trabajemos todos juntos para que no vuelva a suceder.

Este aniversario casi coincide con la toma de posesión de un nuevo gobierno conocido como el «Gobierno del Cambio» presidido por Luis Rodolfo Abinader Corona, del cual la población tiene grandes expectativas. Ojalá su gobierno no pierda de vista que el proceso de transición a un orden democrático, que comenzó durante los siete meses de gobierno del ex presidente Juan Bosch pero que fue interrumpido cuando fue derrocado, lamentablemente aún está pendiente. Es hora de romper con la cultura, casi siempre para hacer más y no ayudar a fortalecer nuestras instituciones democráticas.

El autor es auditor

Maestría en Relaciones Internacionales

Ex miembro del Congreso Nacional y

Ex miembro de la Cámara de Cuentas de la República



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